Lorenza Villalba, Ejemplo de Superación: Termina la Primaria a los 78 años en Eldorado
Eldorado
En un conmovedor relato de perseverancia y determinación, Lorenza Villalba, una mujer de 78 años de Eldorado, Misiones, ha culminado su educación primaria después de seis años de esfuerzo y dedicación. Su historia es un testimonio inspirador que demuestra que nunca es tarde para aprender y alcanzar metas significativas.
Lorenza, oriunda de Paraguay, enfrentó dificultades económicas en su infancia que la llevaron a abandonar la escuela. La falta de recursos en su familia le impidió continuar con su educación, pero nunca perdió el deseo de aprender. Más tarde, la familia se trasladó al interior de Misiones en busca de un futuro mejor.
La vida de Lorenza dio un giro cuando conoció a su esposo, un trabajador de la ex planta Celulosa Argentina en Puerto Piray. Juntos formaron una familia numerosa con diez hijos, que a su vez les dieron la dicha de tener 50 nietos, a quienes Lorenza describe como «todo mi mundo».
La oportunidad de retomar sus estudios llegó a Lorenza hace seis años, cuando Silvia, una maestra rural misionera, la visitó y la invitó a unirse a su clase para finalizar la educación primaria. A pesar de las circunstancias y la pérdida de su compañero, Lorenza vio en esta oferta una manera de distraerse y hacer nuevos amigos.
El proceso de volver a estudiar fue un viaje emocionante para Lorenza. Los libros se convirtieron en su refugio, una forma de despejar su mente de los recuerdos y salir adelante. A lo largo de los seis años, enfrentó desafíos y momentos emotivos, pero nunca renunció a su objetivo de completar la primaria.
Finalmente, Lorenza ha alcanzado su meta y se muestra «muy feliz y orgullosa» de sí misma. Su logro no solo destaca su dedicación personal, sino que también alienta a otras personas de su edad a animarse a estudiar. Lorenza describe la experiencia como «muy entretenida» y destaca la importancia de hacer nuevos amigos en el camino educativo.
Con el emocionante capítulo de la primaria ahora cerrado, Lorenza anticipa con alegría el próximo paso: recibir su merecido diploma. Aunque reconoce que es el momento de descansar, su espíritu optimista y su mensaje inspirador resonarán como un recordatorio de que nunca es tarde para seguir aprendiendo y creciendo, independientemente de la edad.
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